Back from Amsterdam!

Amsterdam Durante esta semana santa hice junto con Patri un nuevo viaje por Europa. Esta vez decidimos ir a la capital holandesa: Amsterdam.

La primera vez que visité esta ciudad me gustó mucho. Considero que es muy distinta al resto de ciudades que he visto hasta ahora. Tiene un encanto especial. Los canales, las bicis, la arquitectura característica de sus casas, el barrio rojo,…

Aprovechamos que mi primo Jaume junto con Maite estaban viviendo ahí desde hace ya medio año para visitarlos y estar en su casa. Aprovecho para agradecerles su hospitalidad y lo bien que nos trataron.

Acostumbrados al buen clima que empieza a haber en Barcelona, lo primero que nos sorprendió fué el frio que hacía. Y eso que ya empezaba a hacer “buen” tiempo! Por suerte estábamos advertidos y fuimos bien preparados para soportar tanto el viento helado como las lluvias que nos acompañaron durante casi todos los dias.

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El botellón en Barcelona

Cuando me enteré que iban a hacer un macrobotellón en la Rambla del Raval, no dudé ni un momento en ir. Aunque no acostumbre a hacer muchos, si que me gusta (sobretodo en verano) pasar algunas noches en la calle, tomando unas birras a euro.

Cuando lo comenté a mis amigos, todos pusieron cara de asombro… “Quieres liarla?” “Habrá yoyas” “Se liará la del pulpo” fueron algunos de sus comentarios. Efectivamente el Ayuntamiento había prometido que este botellón no se celebraría y que harían todo lo posible para evitarlo. Todo lo posible significaba enviar un desmesurado destacamento policial que por la fuerza evitaría que la gente pudiese tomar unas copas en la calle.

Al final convencí a Roger y fui. Cuando llegué a la Rambla del Raval, vi que la habían cortado. En la entrada había tres enormes urbanos (creo que nunca había unos tíos tan grandes poniendo multas de aparcamiento) registrando a todo el que quisiese pasar, y denegando la entrada a todo el que llevase algún tipo de botella. La gente se concentró en la entrada de la rambla. Algunos estaban sentados en el suelo, otros de pie, pero sin armar ningún tipo de alboroto ni con ninguna actitud violenta. Y (al menos cuando yo fui) había bastante poca gente concentrada.

Estuve un rato chafardeando y me fui… decidí pasar la noche tomando unas copas en un bar “legal” de la zona.

Al poco, empecé a ver movimiento. Gente corriendo… contenedores quemando… humaredas… cordones policiales cortando calles… furgones con las sirenas arriba y abajo… Me impresionó ver mi propia calle cortada de lado a lado por una hilera de policías antidisturbios…

Me pregunté lo que pasó para que de golpe todo acabara de esa forma tan violenta. Al dia siguiente todos vimos lo que salió en los medios de comunicación: “disturbios provocados por una panda de jovenes borrachos y violentos”. Yo no me lo creo… Tampoco me creo del todo lo que dicen en Cinismo-bcn.org. Ni unos tan buenos, ni otros tan malos.

La cuestión es que en Barcelona cada vez se está poniendo más difícil el salir de noche. Muchas discotecas han tenido que cerrar por presión del Ayuntamiento y de los vecinos. Otras terminan la sesión cada vez antes. No es posible tomar unas cervezas en la calle sin ser un delincuente. Los precios son realmente abusivos en la mayoría de los locales…. La media de edad de la población de Barcelona es cada vez mas alta. Y esto se nota cada vez mas…